Conectar con la gente se vuelve un gran reto, y uno creería que el principal problema es el idioma, y digo, claro que lo es, sin embargo creo que esto va mucho mas allá, durante toda nuestra vida crecemos dando significado y valor a todo lo que nos rodea desde nuestro valores y creencia, eso es lo que te hace conectar con las personas, que hablas el mismo idioma (en toda la extensión de la palabra), es decir la concepción de las cosas parte desde una misma historia.
Australia me ha ensenado que como dijo Sócrates “yo solo se, que no se nada” mis primeros amigos en Australia los encontré en la escuela de Ingles, todos de diferentes partes del mundo, con culturas, religiones y creencias lejos de lo que mi cabeza pudiera imaginar, hablar con ellos era un descubrir diario como se vive fuera de la burbuja en que yo crecí, sin embargo a pesar de la dificultad para entendernos era increíble como al final todos tratábamos de entender y ser empáticos, buscar la forma de crear lazos, tratar de no sentirnos solos en esta experiencia.