Aun recuerdo mi primera Navidad y año nuevo en Australia, debo confesar que mas que triste estaba emocionada, digo, si extrañaba el festejo familiar y con amigos, pero la sensación de esta nueva experiencia sobrepasaba cualquier sentimiento de tristeza.
Fue completamente nuevo, los tiempos no conocí a nadie del mismo país que yo, así que había que festejar de forma distinta, los que vivíamos en la casa nos organizamos para preparar algo especial, había personas de Suiza, Canadá y Australia, por lo que entre todos decidimos aportar un platillo típico y hacer una cena especial, fue una cena muy tranquila y algo extraña, mi ingles para ese momento no era para nada bueno y era imposible tener una conversación fluida, aun con ello me sentí muy bien y me encanto encontrar personas tan lindas alrededor de mi.
Para el año nuevo, nos organizamos un grupo un poco mas grande y nos fuimos a la ciudad, todo mundo decía que cualquiera que llega a Australia debe ir a ver fuegos artificiales para recibir un nuevo año. Nada que yo cuente en este blog podrá describir lo maravillada que estaba con aquel espectáculo, de verdad nadie debe perdérselo. Australia me regalo en ese momento un inicio de año que jamás olvidaré.
