Y viene el siguiente reto, la aventura no puede estar completa sin el trabajo, además de que para ser honesta, esto era una necesidad indiscutible si quería seguir en esta aventura. Conseguir trabajo en Australia es muy fácil, pero hay que estar dispuestos a entender tu nueva realidad. Estas en un país que no comprendes del todo y no dominas el idioma, por lo tanto, tus oportunidades serán en labores que quizá choquen un poco en tu cabeza.
Mi búsqueda inicio, comencé a repartir currículos por todos lados, mis opciones eran, mesera, niñera, trabajadora de piso y quizá la mas grande de mis aspiraciones, ser maestra de español (pero no, saber un idioma no se te hace experto en él) casi inmediatamente que enviaba mi currículo recibía llamadas para entrevista, en las primeras descubrí que aquí en Australia hay que tener licencia para todo, literal, hasta para limpiar hay que estar certificado, suena gracioso, pero es verdad, y digo siendo honesta después de mucho tiempo estando aquí todo tiene sentido, en fin, el idioma era otro de los problemas aunque viendo experiencia de los demás entendí que eso no me podía detener y que al final mi actitud era la que ganaría, debo aceptar que en todas las entrevistas estaba aterrada, en realidad entendía un 50% de lo que me decía y mis respuestas eran muy básicas. Pero, todas las personas eran muy amables e inclusivas tratando de darme ánimos y haciéndome sentir que aunque quizá yo no era quien ellos buscaban seguro habría algo allá afuera para mi.
Yo, desde el otro lado del mundo