Después de algunos días tocando puertas, 5 para ser exactos, por fin me dieron oportunidad, recuerdo que llegue a la entrevista, como ya era costumbre, yo estaba muy nerviosa, el gerente me hizo algunas preguntas, entre ellas que de donde era, cuando le dije que era mexicana, el se mostro fascinado, dijo que México era un país que el siempre había querido conocer, me pregunto que si estaba dispuesta a quedarme dos horas para ver como trabajaba, y así lo hice, después de unas breves instrucciones, comencé, yo decía estar atenta a lo que la gente necesitara, limpiar sus mesas, ofrecerles bebidas, y llamar a la mesera que estaba ahí si querían ordenar comida (para evitar errores, pues yo no conocía el menú).
Mis habilidades de mesera no eran tan buenas, digo parece una labor fácil, pero honestamente jamás lo había intentado, pero bueno ahí estaba yo, pretendiendo dominar la labor cual mesera experimentada. A las 2 horas exactamente, me llama el gerente y me dice, puedo notar que no tienes mucha idea sobre ser mesera, sin embargo, creo que eras alguien que tiene muchas ganas de trabajar, que te parece si inicias mañana, no puedo darte el puesto de mesera titular por ahora, así que ayudaras en todas las labores del restaurant hasta que estés preparada.